Ciudad embellecida por el arte
Tegucigalpa, Honduras | Reporteros de Investigación. Ahí en el ruido cotidiano están las esculturas que son una delicada caricia al alma histórica. El Distrito Central es una ciudad embellecida por el arte empolvado en décadas de olvido.
Las obras artísticas trabajadas con la preciosidad que da la paciencia narran en una sola vista siglos de historia expuesta.
Un recorrido con otra mirada para valorar cada espacio vital que palpita historia en esta ciudad bastaría para llenar de turistas por varios días sus calles y avenidas de personas ávidas de conocer con especialistas –si los hubiera– las imágenes de antepasados que heredaron su palabra no solo a Honduras sino a todo el continente americano y a Europa.
Un recorrido con otra mirada por el Distrito Central, conformado por Tegucigalpa y Comayagüela, bastaría para comprender esa frase del periodista hondureño, con dimensión continental que existió en el siglo XX, Rafael Heliodoro Valle, cuando dice que la historia de Honduras puede escribirse en una lágrima.
En ciudades de Europa como Riga, la capital de Letonia, hay puentes que hacen recordar a los tres que unen a Tegucigalpa y Comayagüela, pero bien cuidados con un rio caudaloso y vivo.