Tácticas
Tegucigalpa, Honduras | Reporteros de Investigación. El joven experto recibe una llamada para encontrarse con el contratista en un lujoso café cerca de la Escuela Americana de Tegucigalpa. “Te necesitamos para que hagas una pequeña campaña en las redes contra la oposición”, dice el contratista. La paga no es tan buena, pero la necesidad, como dice la gente, tiene cara de perro.
¿Qué tiene que hacer en la campaña? “Tenés que regar noticias falsas, memes, todo lo que te podás parir en las redes sociales para echarle tierra a la oposición”, agrega el contratista. “Y de ribete hay que levantarle el perfil a Juan Orlando”. Además de la paga, al experto le ofrecen un celular nuevo para él y para cada miembro de su equipo.
Un día antes, en su equipo solo había dos miembros. Al llegar a la cafetería decidió que fueran cuatro para dar trabajo y celulares a más amigos. Al experto le queda un poco de sensibilidad social, pero sabe que eso no le importa al contratista.
La paga es en efectivo. El trabajo durará de dos a seis meses, dependiendo de los resultados. “Te vamos a mandar información tirándote la línea y para unirte a los seguidores para defender al presidente. Tenés que pulirte. Ah y no te olvidés de inventarte cuentas falsas para que los bots retuiteen todo lo que diga el presi”, dice el contratista como si repitiera algo que ya ha dicho muchas veces.
“Ponete buzo, cipote. Acá no es de darle like a todo lo que dice el Partido Nacional. Acá solo es el presidente, ¿está claro? Tenés que inventarte memes contra Nasralla que lo pongan como gay y a Mel como burro amigo de Maduro y Chávez”.
Salen de la cafetería. El contratista se sube a su camioneta modelo 2019 mientras el experto en redes se va caminando a buscar el autobús, barajando ya posibles memes contra Nasralla.
Ojalá esta escena fuera sacada de una novela, pero no lo es. Encuentros como este ocurren seguido en las principales ciudades de Honduras y Colombia entre contratistas del gobierno e individuos que con su manejo de las redes sociales y la informática se han convertido en una nueva artillería del régimen contra sus opositores.
Es como una micro guerra fría que grupos de millenials hábiles en el manejo de la informática y de los datos combaten en los frentes virtuales. Muchos de estos expertos y expertas no parecen tener una conciencia clara de lo que hacen. A la mayoría de ellos solo les interesa la que les paguen o les den un celular nuevo. Otros buscan que los admiren por su maestría en el uso de programas informáticos. Tienen puntos débiles que el sistema sabe explotar en su favor. Los más afortunados y astutos entre ellos y ellas logran llenarse los bolsillos y darse la gran vida.
Los grandes campos de batalla son las principales ciudades de Honduras, como San Pedro Sula, Tegucigalpa y La Ceiba, donde cada año miles de jóvenes se gradúan y no encuentran trabajo ni tienen ingresos ya de sus padres o familias. Muchos activistas o contratistas buscan este perfil de personas desesperadas por tener dinero rápido para aumentar las filas de soldados virtuales del gobierno nacionalista.
Sus “generales” y “coroneles” son personajes que les llevan apenas unos años de diferencia en edad y que con su habilidad para manipular la información se han ido abriendo camino hasta las altas esferas del poder. Detrás de todos ellos están corporaciones nacionales e internacionales que se han vuelto monstruos de la comunicación y la publicidad, empresas dirigidas por personajes como el venezolano J.J. Rendón, el chileno Andrés Silva Wood y el colombiano Luis Duque.
Uno de los principales trabajos de estos grupos en Honduras en los últimos años es la creación y propagación de noticias falsas (también llamadas fake news, por su nombre en inglés) que se han convertido en armas importantes en las trincheras virtuales.
Un verdadero ejército de contratistas, activistas, seguidores y programas automáticos conocidos como bots y cyberbots se encarga de difundir mensajes falsos en internet con el fin de desorientar y manipular a la ciudadanía y lograr que el gobierno de Juan Orlando Hernández se quede más años en el poder.
“El cuento de buenos y malos hay que repetirlo. A la gente le gustan los cuentos porque los emocionan. Hay que jugar con esas emociones como el miedo y el odio. La gente quiere detalles. Hay que ofrecer contraste: campañas sucias. De eso se trata este juego. Hagamos cosas distintas”, expresó en una conferencia en República Dominicana el estratega colombiano Luis Duque, quien trabaja muy de cerca con el presidente de la bancada nacionalista, David Chávez, y durante esta cuarentena han realizado conferencias virtuales para hablar del contexto del coronavirus.
“Todos los políticos somos unos hijos de puta, olemos a mierda y nos robamos la plata. Ofrezcamos ser el mal menor”, manifestó Duque en esa misma conferencia.
Ahora bien, ¿qué son las noticias falsas? ¿Cómo identificarlas? ¿En qué formatos aparecen? ¿Quiénes hacen las fake news en Honduras y cómo las diseminan? Y sobre todo, ¿cómo el gobierno hondureño usa las noticias falsas para manipular a su favor la conciencia pública?