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La ética como filosofía primera

Por: Rossel Montes 

Desde el momento en que el otro me mira, yo soy responsable de él sin si quiera tener que tomar responsabilidades en relación con él; su responsabilidad me incumbe. Es una responsabilidad que va más allá de lo que yo hago. Emmanuel Levinas El desarrollo de las filosofía contemporánea se ha caracterizado por las más varias formas de radicalización epistémica de la filosofía, entendida esta como filosofía primera, tal como había quedada acentuada tras el declive de la filosofía griega y el periodo helenístico, es decir: con la metafísica aristotélica.

Todo sistema filosófico que realmente aspire a devenir en un corpus teórico consistente deberá penetrar las estructuras radicales de la mismísima realidad, es decir, devenir en radicalidad sistémica sobre las estructuras, componentes y principios de la realidad. En este sentido la filosofía primera a decir de Augusto Pescador(filósofo peruano) la ontología es un saber que fundamenta a otros saberes, radicalizándo las formas y maneras de como aprehendemos el mundo, no para contemplarlo, sino para transformarlo. La filosofía actual parece un dialogo abierto dialéctico y analéctico con la filosofía griega, la cual sentó las bases epistémicas (logos), la racionalidad, bajo la cual la filosofía y ciencia contemporáneas se diluye.

La problemática ontológica iniciada con Parménides de Elea 6 siglos antes de Cristo, sobre el ser y el no ser, son definitivamente centrales para poder comprender en parte la problemática filosofía, estética, ética, política, axiológica, epistemológica y por supuesto ontológica, a pesar de lo que manifiesten muchos filósofos neo-positivistas y el fetichismo e idolatría por“método científico” como “único “método para aprehender los misterios del mundo, lo cual implica un rechazo abierto a la filosofía entendida como filosofía primera u ontología.

En el siglo XX, podemos ver un desarrollo de esa radicalización de la filosofía, entendida ésta como un saber que sustenta a otros saberes. Con Husserl veremos un giro importantísimo desde Hegel de renovar la filosofía,: la fenomenología, el ir a las cosas mismas como argumentaba Husserl, la edificación de una filosofía como ciencia estricta. La fenomenología Husserliana coadyuvará en el siglo XX para edificar métodos caminos para poder acercarnos a los misterios del hombre, y en palabras de Cassirer a la edificación de una “antropología filosófica” ; una filosofía que no solo comprenda que es el mundo, sino que también pretenda y conozca que es el hombre, y cuál es su puesto en el cosmos parafraseando a Max Scheler.

Con Martin Heidegger que definitivamente será el pensador más importante del siglo XX independientemente de sus posturas políticas de corte fascista que tanta polémica han creado en torno a este pensador alemán;se inicia una etapa en la filosofía que podríamos denominar como de “de-construcción” de la filosofía occidental, tanto así que después de la publicación de “Ser y tiempo” la filosofía ulterior no sería la misma y más bien un diálogo con la ontología fundamental de Heidegger. Heidegger critica a las ontologías predecesoras el haber olvidado el ser de las cosas, la radicalidad constitutiva de las cosas, tal como Parménides de Elea se lo había planteado hace más de 2000 años. La filosofía antes de Heidegger no se había preguntado por el ser que piensa el ser, cuestión fundamental para la filosofía del siglo XX, con la pregunta por el ser, está la pregunta por el ser que se pregunta por el ser, “el Da-sein”, el ser-ahí,(el sujeto) en este sentido Heidegger comenzó una tradición que devendrá en el siglo XX en una hermenéutica de Gadamer, el estructuralismo, la ética de Levinas, una filosofía de la liberación de Dussel y la posmodernidad como crítica a los meta-relatos propios de la razón moderna. Si bien es cierto que son correctas muchas de las críticas de la “teoría posmoderna” a la racionalidad moderna, con Habermas creemos que la “crítica posmoderna tal como la inicio Lyotard y Derrida llega a dar en el núcleo de la debilidades sistemáticas de la razón moderna, pero llevan al nihilismo y a la des-esperanza En este sentido creemos que hay diversas interpretaciones de la posmodernidad y la “Condición posmoderna” de Lyotard al no salir de su euro-centrismo no es muy útil para pensar sobre una filosofía latinoamericana por ejemplo, para el transito de una ontologia a una ética.

Es importante mencionar que varios años antes que Lyotard publicara su “Condición posmoderna” ya en Americalatina Enrique Dussel habia publicado su primer tomo de “Para una ética de la liberación latinoamericana” la cual es una dura crítica al Cogito cartesiano, es decir a las ontologías totalitarias: Descartes, Kant, Hegel, Marx, Heidegger e incluso Levinas. La crítica a la razón moderna es fundamental para erigir una ética, una teoría de la incorporación de otro, una filosofía y ética de la liberación como intento y profundización de una auténtica filosofía latinoamericana. Es fundamental en el siglo el giro antropológico que Heidegger le diera a la ontología fundamental junto con la fenomenología de ir a las cosas mismas de Husserl, sin esta posibilidad, no habría podido darse una ética entendida como filosofía primera en Emmanuel Levinas, expuesta en su conocido libro ”Totalidad e infinito“ el cual influirá tanto en la irrupción de una “ética de la liberación latinoamericana en Enrique Dussel.

La crítica Levinasiana a Heidegger consistió en que según Levinas en Heidegger hay un olvido por el sujeto a pesar del vuelco antropológico que hay en “Ser y tiempo”, el sujeto se evapora en la mismisidad del ser, del ser-ahí; el sujeto sigue siendo reificado como sujeto encerrado en su cogito, la subjetividad e incapaz de pensar en el otro como sujeto, incapaz de preocuparse por ser responsable no sólo por la existencia del “Yo” sino por la existencia del otro. En este sentido Levinas hace una crítica radical a problema fundamental de la filosofía europea, y que Enrique Dussel aseverará que es el talón de Aquíles de la ontologías europeas: a saber: el exacerbado eurocentrismo de la subjetividad, la misma que había fundado Descartes, la misma que había justificado las arbitrariedades “morales” desde la perspectiva de ellos pero inmorales y anti-éticas como lo fueron la conquista de América , el saqueo perpetrado y hecatombe y muerte de miles y miles de nativos; y desde hace 500 años el saqueo sistemático de Latinoamérica primero por la corona española y últimamente por el imperialismo norteamericano.

Levinas no dice: La cercanía hacia el otro no es para conocerlo, por tanto no es una relación cognoscitiva, sino una relación de tipo meramente ético, en el sentido de que el Otro me afecta y me importa, por lo que me exige que me encargue de él, incluso antes de que yo lo elija. Por tanto, no podemos guardar distancia con el otro. El trabajo ético-hermenéutico de Levinas girará en torno a la existencia ético-moral del otro, del otro que sufre,ya no en el ser como ser “da-sein”, que debe justificar su existencia en el mundo como un “Yo aislado” y cerrado el cual promueve el egoísmo, el mismo egoísmo generalizado de la sociedad capitalista, la sociedad carnívora tal como lo dijo Marcuse. Con Levinas pasamos de una ontología del ser, del “yo cerrado” a una ontología entendida como ética-filosofía primera, una ontología de las relaciones humanas y del Otro.

En este sentido, la ética será el discurso teórico que predominará en toda la obra de Levinas y que influirá en el desarrollo ulterior de filosofías éticas como la ética de John Rawls, la ética del discurso de Habermas y Karl Otto Apel y en nuestra Latinoamérica explotada y marginada por las económicas hegemónicas: una “Ética de la liberación; la cual será una dialogo y crítica de las ontologías totalizadoras, incluso dialécticas.

El paso radical de una ontologia del ser a una ontología del otro en el caso de Levinas responde a que Levinas fue víctima del Holocausto , experiencia que le da la posibilidad de teorizar e ir más allá del ser-para-la muerte de Heidegger a un ser para otro. Levinas le reprocha a Heidegger el haber fundamentado una ontología del “egoísmo”; una ontología que afirma su primacía y autonomía. La ontología Heideggeriana es incapaz de pensar lo exterior al ser mismo y niega lo diverso y la exterioridad.

En este sentido es radical importancia el concepto de alteridad y ética para la edificación de una filosofía política crítica y sobre todo una filosofía política de la liberación, una filosofía política que coadyuve al desarrollo de la actividad política entendida esta como : toda actividad que este encaminada al desarrollo del bien común, como justicia societal-comunitaria. Honduras está pasando por un momento crucial e importante, en el cual debemos de re-armarnos teórica mente con las más potentes herramientas epistémicas entendidas estas como redes para aprehender la complejidad histórico-social. Personalmente en el futuro inmediato estaremos desarrollando el tema de la democracia desde una postura ontológica y ética; y pensadores como Levinas y Dussel serán de apoyo teórico de forma radical. Filosofía política, existencialismo y marxismo” será un trabajo que estaremos realizando y en el cual ya estoy inmerso, revisando heterogéneas bibliografías.

El momento histórico nos llama a re-pensar la realidad para radicalizar la democracia, pensar el otro como marginado y oprimido. Radicalizar la democracia es un imperativo histórico para la liberación de los menos favorecidos y encaminarnos hacia una sociedad de inclusión.

BIBLIOGRAFÍA
Para una ética de la liberación latinoamericana: Enrique Dussel Hacia otra ética inclusiva del otro excluido: la alternativa levinasiana por lo humano: Jhonathan Alexander Castel Blanco Morales Ser y Tiempo: Martin Heidegger Tegucigalpa, 22 de septiembre de 2017

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